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ENTRENAMIENTO (artículos) |
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Un Concepto de Entrenamiento.
En la teoría del entrenamiento estamos buscando permanentemente novedades. En verdad hay poco de nuevo, y la realidad es examinar los viejos conceptos a la luz de las investigaciones actuales. Esto nos proporciona una perspectiva nueva.
Toda actividad del hombre tiene un carácter global, cada vez que nos apartamos de la integración neurosensitiva y psicomotriz para dedicarnos a un trabajo parcial, se produce una desviación marcada por el signo de la ineficiencia, la inutilidad y , en parte, el perjuicio.
Lo esencial es el concepto de sinergia. Sinergia significa, simplemente, que el todo es más que la suma de las partes.
No existe un componente del entrenamiento que tomado aisladamente, sea más importante que los otros. El resultado óptimo de un programa de entrenamiento sólo se logra cuando los diversos componentes se unifican en un conjunto.
La aplicación de los estímulos en el momento justo y en su justa sucesión garantiza la obtención de procesos de adaptación óptimos.
El esbozo de una Teoría del Entrenamiento debería abarcar:
- Las teorías y las leyes de la acción y el comportamiento humano.
- La adaptación biológica a las cargas del entrenamiento, del tipo que sean, en las distintas etapas del desarrollo.
- La formación de un sistema de preparación, con sus modelos cronológicos, de contenido de dirección y de control.
- Una metodología del entrenamiento que se base en las leyes de la acción concebida como totalidad.
- El desarrollo a largo plazo del rendimiento específico basado en el principio de multilateralidad específica.
- El predominio de la calidad del entrenamiento por sobre la cantidad.
El entrenamiento deberá ser considerado un proceso pedagógico organizado, de larga duración, cuyo objetivo es el desarrollo de las adaptaciones óptimas que son necesarias para el logro de la máxima performance y su mantenimiento a través del tiempo, en todos los niveles de actividad y a todas las edades.
El entrenamiento ha sido desarrollado por mucho tiempo como la suma de elementos cuantitativos, cargas de trabajo, volúmenes, intensidades, pausas, etc.. Esto parecía que cerraba el círculo, casi matemático, del rendimiento deportivo.
En realidad el hombre y su relación con la humanidad van mucho más allá de su mundo físico. Hoy los caminos del entrenamiento deportivo deben resurgir hacia sus cauces más profundos, sus bases pedagógicas y el respeto, junto a todas las leyes biológicas, de la condición integral del hombre.
El fraccionamiento, la clasificación, la esquematización extrema nos han llevado muchas veces a ver a un individuo vinculado con el movimiento o el deporte, como un ser biológico, como un ser resistencia, o un ser velocidad o un ser fuerza, perdiendo de vista que somos todo eso y mucho más en la medida que nuestros sistemas neuromotrices son sensitivos, perceptivos y emotivos a la vez.
De que nos sirve entrenar más, si no entrenamos mejor, de que nos sirve saber como entrenan los deportistas de elite, si en realidad en nuestro medio no se reunen las condiciones para serlo.
Allí aparece una propuesta que valora por encima de todas las capacidades motoras, a esa condición neuro-sensitivo-emotivo-motriz. Esto es el entrenamiento por la calidad.
El entrenamiento eficiente busca los esfuerzos justos, individualmente establecidos y medidos, en un contexto global y en donde el gesto deportivo, la destreza y la coordinación son permanentemente protegidas, no hay agresión, hay trabajo, hay esfuerzo pero de acuerdo a las reales capacidades de adaptación y superación humanas.
El Entrenamiento deportivo educa para reproducir o para transformar los valores, ideales y actitudes de quien lo practica y por lo tanto, quien enseña deberá poseer un modelo de hombre y de sociedad a los cuales aspire y vaya construyendo; modelo o proyecto que deberá sustentarse ideológica y pedagógicamente.
El ser "fisiológico" se manifiesta en un contexto histórico, político y cultural. Este contexto es determinante y altera sustancialmente los aspectos psico-biológicos del hombre.
De esta manera debemos utilizar los conocimientos científicos para analizar al hombre como un ser social activo, protagonista de su propia educación y que a través del Deporte pueda vivir un proceso emancipador.
Conjugamos así varios conceptos:
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una mayor humanización del entrenamiento,
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la necesidad de priorizar la calidad sobre la cantidad,
-
el concebir el entrenamiento como un proceso pedagógico individual,
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aplicar permanentemente el concepto de sinergia y
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entender al hombre como un ser social activo.
Prof. Gabriel Molnar
LA FATIGA
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Definir la fatiga en el deporte resulta sencillo pues indica una disminución de la capacidad de rendimiento como reacción a las cargas de entrenamiento.
Esta pérdida de rendimiento, que aparece asociada a sobrecargas funcionales y que se manifiesta tras la ejecución de un ejercicio físico, es lo que Legido (1986) denomina fatiga física o muscular, y que conjuntamente a otros tipos de fatiga (mental, sensorial, local, general etc.) es lo que comúnmente se conoce con el nombre genérico de fatiga.
Edwards (1981) la definía como la imposibilidad de mantener la fuerza requerida o esperada, mientras que Vollestad y Sejersted (1988) la definen como la disminución de la capacidad de generar fuerza.
Entender y conocer este concepto resulta básico para la elaboración, control y ejecución de cualquier programa de entrenamiento.
"En el estado de fatiga disminuye la concentración de ATP en las células nerviosas y se altera la síntesis de acetilcolina en las formaciones sinápticas, se retarda la velocidad de transformación de las señales procedentes de los propio y quimiorreceptores y en los centros motores se desarrolla la inhibición protectora vinculada a la formación del ácido gamma-aminobutírico." Volkov (1990)
"Durante la fatiga se inhibe la actividad de las glándulas de secreción interna, lo que disminuye la producción de algunas hormonas y la actividad de algunas enzimas. Esto se proyecta en la ATP-asa miofibrilar que controla la transformación de la energía química en trabajo mecánico. Al bajar la velocidad de la desintegración de ATP, en las miofibrillas disminuye automáticamente la potencia del trabajo que se realiza. En el estado de fatiga se reduce la actividad de las enzimas de oxidación aeróbica y se altera la conjugación de las reacciones de oxidación con la resíntesis de ATP. Para mantener el nivel necesario de ATP se efectúa la intensificación secundaria de la glucólisis." Volkov (1990)
"El catabolismo intensificado de los compuestos proteicos va acompañado de un aumento del contenido de urea en sangre. Fatigados los músculos, se agotan las reservas de substratos energéticos, se acumulan los productos de la descomposición (Lactato, cuerpos cetónicos, etc.) y se observan bruscos cambios del medio intracelular. En este caso se trastorna la regulación de los procesos vinculados al abastecimiento energético de los músculos, se manifiestan las alteraciones bien expresadas en la actividad de los sistemas de respiración pulmonar y de circulación sanguínea". Volkov (1990)
Causas relacionadas con el estado de fatiga típico de los deportistas:
· Errores en la organización de las estructuras intermedias en que se organice el plan de entrenamiento (microciclos, mesociclos, etc.).
· La utilización insuficiente de los métodos de recuperación.
· Aumento demasiado rápido de las exigencias de entrenamiento.
· Aumentos muy bruscos de las cargas de entrenamiento después de descansos involuntarios (lesiones, enfermedades, etc.).
· Uso excesivo de cargas de alta intensidad.
· Requerimientos técnicos complejos sin las pausas de recuperación necesaria.
· Participación en numerosas competiciones de alto requerimiento.
· Alteraciones frecuentes de los hábitos de vida por requerimientos de la practica deportiva (viajes, jet lag, etc.).
· Descuido del entrenamiento invisible (falta de sueño, tabaquismo, alcoholismo, males condiciones de vida, etc.).
Recopilación: Prof. Gabriel Molnar
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Entrenamiento ... ¿Arte o Ciencia?
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"El Entrenamiento es el Arte y Ciencia del Rendimiento Humano."
"Es un Arte, porque cada uno da su toque único personal y de estilo a lo que hace."
"Es una Ciencia, porque hay método y proceso en el desarrollo de la obtención del rendimiento humano."
"Un Programa de entrenamiento más realista y ajustado a la experiencia, producirá los mejores deportistas ... " Esta es la escuela del entrenamiento como Arte.
"Solamente comprendiendo las teorías científicas, un entrenador podrá producir deportistas de primer nivel ... " Esta es la escuela del entrenamiento como Ciencia.
Ambas escuelas tienen razón en parte, y en parte no la tienen, y son por igual culpables de no servir al entrenamiento como profesión, ni a sus deportistas.
F. Horwill (1991), M. Freeman (1991), T. Bompa,1990, F. Dick (1978)
La teoría se desarrolla a partir de una experiencia anterior. Luego es comprobada por la experiencia que es producto de su aplicación. Los deportistas mejoran porque su entrenamiento evoluciona; el entrenamiento cambia a medida que ellos mejoran. Si el entrenamiento no evoluciona, los deportistas cesarán de mejorar.
Debemos ensayar nuevas ideas y enfoques. Estos, en su mayoría, son resultado de una teoría que todavía no se materializó.
La periodización intenta hacer que el proceso de entrenamiento pueda medirse de manera más objetiva y, por lo tanto, planificarse y evaluarse mejor en procura de un pico de rendimiento más confiable.
¿Esto hace que la periodización sea mágica?
Desde luego, no lo es. La afirmación de que la periodización del entrenamiento sigue leyes objetivas, independientes de la voluntad humana, se considera a veces irreconciliable con el carácter libre del trabajo creador del entrenador y del deportista, como un intento de encorsetar la actividad de éstos dentro de unos límites prefijados.
Pero pensar así es interpretar mal las cosas.
"La autonomía no consiste en una ilusoria independencia frente a las leyes naturales, sino en el conocimiento de estas leyes y en la posibilidad, sobre la base de este conocimiento, de utilizarlas ordenadamente para unos fines determinados". Esto se refiere tanto a las leyes de la naturaleza exterior como a las que rigen el ser corporal y espiritual del hombre...
En consecuencia, libertad de decisión no significa sino capacidad para tomar decisiones con conocimiento objetivo.
Todo entrenador experimentado sabe que el mejor índice de máximo rendimiento es el rasgo genético del deportista, y no un entrenador que sea mago, ni un entrenador que sea fisiólogo. Cuánto más observamos, más aprendemos; la teoría científica nos permite ser más eficientes al desarrollar ideas sobre el entrenamiento, pero aún cuando no contemos con una teoría, estamos ganando conocimientos científicos.
La experiencia obtenida de la observación de los efectos fisiológicos, biomecánicos y psicológicos del entrenamiento específico y de las estrategias, recogidos en un período de sesiones y en una cantidad de sujetos, sustenta el valor científico de la acción del entrenador .
Cuando el entrenador elude o pasa por alto lo científico, aprende más lentamente y sus deportistas pagan cara esa ignorancia. El precio que los deportistas pagan porque, imitando al avestruz, los entrenadores se resisten a aprender algo nuevo que la ciencia les brinda.
"Un entrenador aplicado debe constantemente tratar de complementar sus conocimientos y de mejorar su educación ... Las oportunidades para que el entrenador obtenga la idoneidad necesaria se la proporcionan las publicaciones que se ocupan de los diferentes campos del trabajo práctico en el deporte específico (técnica, metodología, entrenamiento), la teoría del entrenamiento y otros ámbitos de la ciencia del deporte". (Wolfgang - 1986)
Sin embargo, ninguna teoría tiene valor; a no ser que se base en la práctica. Existe el peligro de acentuar excesivamente lo teórico rechazando lo práctico, o de poner el control de la práctica en manos de teóricos inexpertos. Aprendemos con la ayuda de nuestros deportistas, o a costa de ellos.
Geoffrey Dyson (1980) señaló que, en el pasado, "los entrenadores tendían a considerar cada hecho como una experiencia aislada, con su propia imagen y enigma". Añadió correctamente: "en ésta época en la que el lenguaje de los eruditos importan tanto en el mundo, el disparate oscuro y "doctoral" es a veces aceptado, como erudición genuina".
La búsqueda del conocimiento es una aventura interminable, que bordea con la incertidumbre. En el entrenamiento, debemos mantener una mente abierta. Uno de los más grandes errores es, a veces, estar absolutamente seguro de alguna cuestión técnica, porque la historia de las ciencias, al igual que la historia de los deportes, muestra, una y otra vez, cómo teorías sacrosantas se derrumban ante una nueva evidencia adversa.
Un pormenorizado conocimiento teórico científico no es garantía de que un entrenador sea experto, y tampoco lo son los años de experiencia de un entrenador cuya mente esté cerrada para la ciencia y para las ideas que contraríen las nociones que él sustenta.
¿La ciencia pertenece al deporte? ... Por su puesto que sí, porque las leyes de la naturaleza y de su intérprete (la ciencia del deporte), gobiernan todo desempeño.
"A medida que los deportistas y los entrenadores continúen esforzándose en procura de niveles de rendimiento cada vez más elevados, el científico especializado en deporte deberá ser capaz de ayudar al equipo, constituido por el entrenador y el deportista, a que se entrene no solamente con más ahínco sino también con más inteligencia." Jarver y Brown, (1993)
Nosotros, los entrenadores, necesitamos compartir más luz
(más conocimiento y experiencia), y menos calor (menos discusiones
sobre las supuestas virtudes de nuestro sistema personal).
El rendimiento deportivo es una combinación mucho más compleja que la que advertimos. Incluso hoy, sólo estamos bordeando un conocimiento total. No estamos para nada cerca del fondo de ese conocimiento.
Hasta entonces, ...
¿qué haremos para informarnos mejor, vanagloriarnos menos
y dejar de criticar y echar tierra al prójimo?
Recopilación: Prof. Gabriel Molnar
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Análisis Multidimensional de la Performance Deportiva
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El deporte es una esfera de actividad humana donde la teoría y la práctica, la ciencia y el arte están entrelazados de manera tan íntima, que su aislamiento durante su estudio conducen a una compresión engañosa.
Muchos padrones comportamentales del ser humano no pueden ser explicados exclusivamente desde el punto de vista biológico.
La habilidad y el potencial físico se constituyen en una necesidad básica, pero no son suficientes para asegurar la excelencia en el deporte.
El comportamiento humano es una función de su naturaleza biológica y de aprendizaje, que es el resultado de la interacción con el ambiente, particularmente su ambiente social.
La performance deportiva es determinada no solamente por una variable o un grupo de variables, debido a que es un fenómeno multidimensional e integrado.
Existe, muchas veces, un énfasis exagerado en los aspectos fisiológicos y biológicos en contraposición a los aspectos psicológicos y psicosociales.
El análisis unilateral de un fenómeno complejo es siempre erróneo.
ANALISIS SITEMICO DE LA PERFORMANCE DEPORTIVA
SUBSISTEMA BIOLOGICO |
SUBSISTEMA PSICOLOGICO |
GENETICA
SALUD
CONSTITUCION
CONDICION
TECNICA-COORDINACION
TIPO DE ENTRENAMIENTO
ALIMENTACION
NIVELES DE ADAPTACION
FUNCIONAL
METABOLICA ENERGETICA
METABOLICA PLASTICA
HORMONAL
NEUROMUSCULAR
MORFOLOGICO
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AUTOCONFIANZA
PRESION
ERROR
DETERMINACION
VOLUNTAD
ACTITUD Y DISCIPLINA
MOTIVACION
ESTABILIDAD Y EQUILIBRIO
VALENTIA Y ARROJO
CONCENTRACION
ANTICIPACION
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PERFORMANCE
SUBSISTEMA PSICOSOCIAL
EL GRUPO:
COMPOSICION
AMBIENTE
TAMAÑO
ESTRUCTURA
DINAMICA
INTERACCION
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SUBSISTEMA BIOMECANICO
RENDIMIENTO NEUROLOGICO
BIOCINEMATICA
BIODINAMICA
TECNICA
EFICIENCIA MECANICA
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Recopilación: Prof. Gabriel Molnar
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El Proceso Adaptativo
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Adaptación, Restauración y Supercompensación
Los efectos adaptativos del entrenamiento están en relación directa con los estímulos que los provocan (la especificidad del proceso adaptativo).
El entrenamiento interesa a los órganos, las funciones y los comportamientos.
Si se le examina desde el punto de vista del proceso adaptativo puede ser analizado para su estudio desde le punto de vista:
- anatómico (estudio de las adaptaciones morfológicas),
- bioquímico ( estudio de las modificaciones bioquímicas),
- funcional ( estudio de las adaptaciones funcionales),
- psicológico (por el estudio de la dinámica de la motivación y de los procesos del aprendizaje).
La adaptación de las diversas funciones orgánicas es específica, pero no ilimitada, ya que es posible solo en ciertos límites establecidos por el patrimonio genético (genotipo) del individuo. Es por esta razón que pueden distinguirse adaptaciones genéticas y extragenéticas.
Las adaptaciones genéticas son las que conciernen al programa genético codificado en el núcleo celular y desarrollado en el transcurso de la evolución. Este programa es estable y sus modificaciones sólo son posibles por la mutación y la selección, exigiendo plazos muy prolongados y conciernen a la especie y no al individuo.
Las adaptaciones extragenéticas, conciernen a cada individuo y son obtenibles con el entrenamiento y se desarrollan en estructuras y funciones potencialmente modificables aunque sea dentro de los límites establecidos por el genotipo.
Se distinguen 2 tipos de adaptación extragenética:
- la adaptación metabólico- funcional o aguda,
- la adaptación epigenética o crónica.
La adaptación metabólico- funcional refiere al conjunto de modificaciones que se producen inmediatamente de realizado un ejercicio.
La adaptación epigenética refiere a las modificaciones estables producidas por el proceso del entrenamiento.
Esta adaptación es una condición dinámica de tipo progresivo, pero también regresivo ya que depende la reiteración de los estímulos.
Ambas adaptaciones (aguda y crónica) están fuertemente ligadas, tanto que la primera se modula a partir de la modificación dinámica de la segunda. En el entrenamiento hay , entonces, adaptaciones inmediatas y diferidas, y un efecto acumulativo buscado por el proceso del entrenamiento.
Los procesos de adaptación se rigen por el concepto del heterocronismo ya que el proceso de supercompensación presenta una variabilidad individual muy importante y un comportamiento claramente diferenciado en los diferentes órganos y funciones.
Entrenamiento y Adaptación
La teoría de la adaptación del organismo humano a los medios y métodos del entrenamiento está pasando por una etapa de cambio y desarrollo muy importante, hay que entenderla dentro de un proceso de desarrollo y crecimiento, en un sistema de puntos de vista que definen la esencia del proceso dentro de un conjunto de causas íntimamente relacionadas y vinculadas al medio ambiente, y las leyes de las reacciones de adaptación.
Hoy, la teoría moderna del entrenamiento busca medios y métodos más efectivos y una estructura de competición óptima, fundamentados en las leyes de la adaptación humanas.
La adaptación crónica aparece gradualmente a partir de la realización repetidas de adaptaciones agudas, mediante la cual el organismo adquiere una nueva cualidad al final de la adaptación progresiva: de no adaptado pasa a ser adaptado.
La Interrelación entre la función de la célula y su aparato genético es una etapa clave para la formación de todas las reacciones de la adaptación crónica. Todos las cambios estructurales en órganos y tejidos, obedecen a la activación de los ácidos nucleicos y de las proteínas en las células responsables de la adaptación.
El sistema funcional de adaptación está integrado por una vía aferente (sensitiva), una vía de regulación neurohumoral (intermediaria), y una vía efectora (motora-funcional).
El incremento de la performance en la adaptación se consigue mediante 2 procesos principales: un proceso neurosensitivo y motriz de control y regulación y los cambios morfofuncionales del sistema muscular. (hipertrofia, metabolismo, enzimas, capilarización, remoción, etc.)
El concepto de adaptación está estrechamente ligado al concepto de reservas funcionales o sea el máximo nivel de actividad de los diversos órganos y tejidos en función de su nivel de actividad en el reposo.
La velocidad y magnitud de los procesos de adaptación están directamente vinculados al tipo (entrenamiento o competición), intensidad (submáximas o máximas), volumen (alto o bajo) y objetivo de las cargas propuestas (velocidad, fuerza, resistencia, coordinación, etc.)
Las cargas físicas extremas pueden tener para el organismo consecuencias negativas que se manifiestan en el agotamiento directo del sistema funcional y especialmente de sus eslabones que soportan la carga fundamental, en segundo lugar, en los fenómenos de adaptación cruzada negativa, es decir en la destrucción de los sistemas funcionales y de las reacciones de adaptación no relacionadas con la carga física.
Cuando las cargas superan las posibilidades de adaptación humanas, la formación de una adaptación crónica no puede llevarse a cabo y causan la aparición de micro y macro lesiones musculares, necrosis muscular, edemas inter e intracelulares, así como un conjunto de cambios patomorfológicos cardiovasculares, respiratorios, inmunológicos y endócrino metabólicos.
Las reacciones de adaptación se agotan al acabarse las capacidades del aparato genético de las células diferenciadas para la regeneración de ARN y albúmina, siendo esta insuficiencia funcional un signo de envejecimiento del sistema.
Por ejemplo: el entrenamiento excesivo e intensivo de la fuerza, provoca un aumento de la proteínas contráctiles (hipertrofia), sin la correspondiente síntesis proteica mitocondrial y proporcional vascularización muscular (disminución del aporte de O2)
Es muy importante destacar que las sesiones de entrenamiento intenso (máximo) son necesarias para intensificar la síntesis proteica, que permite sustituir y recomponer las estructuras celulares agotadas y sustituir las proteínas envejecidas y dañadas.
Una de las características más importantes de los procesos de recuperación luego de las cargas de entrenamiento y competición es la no simultaneidad (heterocronismo) de la recuperación de las distintas variables morfo-funcionales y metabólico-plásticas.
La alternancia sistemática de sesiones con diferentes objetivos específicos es la forma de regulación de los procesos de agotamiento y de los procesos de recuperación para alcanzar las respuestas de adaptación óptimas.
El factor decisivo es la selección de los métodos de entrenamiento, su orden de aplicación, su combinación en las distintas sesiones y la planificación racional de los procesos de recuperación.
"El conjunto del Sistema Morfológico, Funcional y Metabólico, presenta respuestas de adaptación específicas para los distintos tipos de carga (estímulo), expresados en las diferencias de intensidad, volumen, densidad y periodización de la misma."
Recopilación: Prof. Gabriel Molnar
Las Areas Funcionales Aeróbicas
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Uno de los mayores problemas con el cual se tropieza dentro del desarrollo del entrenamiento moderno es poder cuantificar las cargas de trabajo. El cuánto y cómo constituye una verdadera interrogante para los conductores deportivos. Esto obviamente lleva a veces a una carencia de enfoque del entrenamiento: cargas demasiado livianas por un lado, o de exagerada magnitud, con verdadera agresión orgánica, por el otro.
De todas maneras el conocimiento de la fisiología y bioquímica específicamente aplicada al deporte ha empezado arrojar claridad sobre estas distintas interrogantes. La cuantificación del entrenamiento ha posibilitado el gran avance del rendimiento en los últimos años, muy especialmente en los deportes cíclicos y medibles a través del cronometraje. Esto se ha hecho evidente en las carreras atléticas, natación y ciclismo. Básicamente el conocimiento de las áreas funcionales ha facilitado este cometido.
AREAS FUNCIONALES
¿Qué es el entrenamiento por áreas funcionales?
Por ello entendemos la aplicación de cargas determinadas de trabajo las cuales provocan modificaciones funcionales específicas. En realidad el concepto del área funcional no es nuevo. Hace aproximadamente unos 30 - 35 años el metodólogo alemán Toni Nett (1960) hablaba de "entrenamiento aeróbico" y "entrenamiento anaeróbico". Al respecto se enfatizaba que el entrenamiento aeróbico tenía ingerencia sobre las grandes funciones, especialmente el ámbito cardiovascular y respiratorio, mientras que el anaeróbico sobre la musculatura, y sin tener muy en cuenta a las grandes funciones.
En la actualidad en cambio se reconoce la íntima conexión entre el ámbito cardiovascular - respiratorio con la musculatura: tanto el uno como el otro actúan aeróbica o anaeróbicamente, según el nivel de exigencia y en forma paralela. Sin embargo el reconocimiento de un área de trabajo, anaeróbica por un lado, o aeróbica por el otro, ya no es suficiente.
Con posterioridad Hollmann (1976) efectuó una división categórica dentro del ámbito o área aeróbica: 1) bajo nivel, 2) mediano nivel, y 3) alto nivel aeróbico. Esta excelente división se justificó acertadamente en cuanto a las distintas demandas dentro de la propia área aeróbica y en las cuales se utilizan distintos porcentajes de sustratos energéticos.
Areas Funcionales Aeróbicas
Estas áreas es la que presenta mayores dificultades para su ordenamiento práctico dado que sus distintas características no se manifiestan de forma muy explícita. Recién a partir de ciertas magnitudes de trabajo las mismas comienzan a evidenciarse.
¿Cuándo se está trabajando dentro del área subaeróbica, superaeróbica y en el máximo consumo de oxígeno?
En ese sentido existen distintas evidencias funcionales que se pueden constatar tanto a nivel de laboratorio como también en el campo práctico, las cuales pueden mancomunarse con bastante precisión entre el entrenador y el fisiólogo. Aquí existen manifestaciones funcionales cardiopulmonares como también hemomusculares. En las tres áreas aeróbicas estos valores se evidencian de manera particular, lo que responde a las distintas cargas de trabajo. Pasemos analizar a cada uno de los mismos.
Area Subaeróbica (Nivel Aeróbico Bajo)
Las variaciones cardiopulmonares como producto de la carga de trabajo a nivel aeróbico constituye los de mayor valor práctico y utilizable por parte del entrenador. Toma en cuenta tanto la frecuencia cardíaca como también la respiratoria (Mazza, 1995) en vías de ubicar los tres niveles de trabajo. Dentro de los valores hemomusculares se aprecia la medición de lactato (Keul, 1972; Mader y col., 1976; Stegmann y col.,1981) especialmente a nivel sanguíneo lo cual marca de manera indirecta la real magnitud de trabajo desarrollado. Cargas de trabajo con estas características permiten la realización de esfuerzos relativamente prolongados, con ciertas diferencias según se trate la técnica del entrenamiento. Trabajos contínuos o de duración permiten trabajar entre 45 min. y en casos extremos hasta unas 2 horas caso de las carreras atléticas, mientras que los entrenamientos fraccionados oscilan entre 30 y 45 minutos.
La duración del trabajo (carga + recuperación) depende en cierta medida de la especialidad del deportista. Es obvio que el numero de repeticiones varía teniendo en cuenta las posibilidades de los deportistas. Si se toma en consideración el máximo rendimiento de los atletas en cada una de estas distancias, entonces sacamos en conclusión que aplicando los porcentajes a deportistas muy veloces ello posibilita efectuar mayor numero de repeticiones para la misma magnitud de tiempo.
Con magnitudes de trabajo que oscilan entre los márgenes de 30 y 45 min. existen excelentes posibilidades para la utilización de los ácidos grasos libres y a la larga el consumo del tejido graso subcutáneo, estableciéndose una excelente relación entre la magnitud de este tejido con respecto a la masa muscular magra, y con la utilización relativamente baja de los reservorios de glucógeno. Sin embargo aún dentro del área de trabajo Subaeróbica conviene efectuar subdivisiones y teniendo en cuenta que se pueden obtener específicas variaciones funcionales, las cuales son muy importantes de acuerdo a los niveles de trabajo dentro de esta amplia zona de trabajo (Roces, 1993; Molnár, 1993).
Area Superaeróbica (Nivel Aeróbico Medio)
Dentro de esta área de trabajo existe un incremento de la demanda energética en la unidad de tiempo. Ello se evidencia a través de distintas manifestaciones funcionales, las cuales son de gran utilidad para el entrenador. Con entrenamientos que presentan estas variantes en relación al reposo se reduce la duración de los entrenamientos en relación al área anteriormente descripta.
Así entonces en la realización de trabajos de duración o contínuos se llega hasta aproximadamente los 45 - 50 min. para los corredores fondistas, mientras que los de velocidad prolongada entre 30 y 40 min. En el caso del entrenamiento fraccionado entre 25 y 35 min. para los deportistas de larga distancia y entre 20 y 30 min. para los velocistas. Es evidente entonces que las modificaciones funcionales serán más intensas en algunos casos en relación a los trabajos del área subaeróbica, pero en otros aspectos ya serán inclusive diferentes. Los mismos los podremos apreciar de la siguiente forma:
Aumento en la capacidad de producción - remoción de lactato (lactate turnover) intra y postesfuerzo. Incremento en la velocidad de metabolización del piruvato. Desplazamiento del umbral anaeróbica de lactato, estableciendo las bases para el aumento del máximo consumo de oxígeno. Aumento de la eficiencia metabólica glucolítica. Se entrena en forma prevalente la oxidación de los hidratos de carbono, con elevada capacidad de remoción de lactato durante las pausas del entrenamiento fraccionado. (autores varios, resumido por Molnár, 1993)
El área de entrenamiento Superaeróbico constituye el pasaje entre las exigencias Subaeróbicas y el Máximo Consumo de Oxígeno. Por este motivo entonces se le debe de utilizar de manera sistemática dentro del plan de entrenamiento tanto en deportes cíclicos como en los acíclicos o de conjunto.
Area del Máximo Consumo de Oxígeno (Nivel Aeróbico Alto)
El área del Máximo Consumo de Oxígeno (VO2 máx.) impone elevadas exigencias a nivel oxidativo e inclusive la demanda de trabajo llega a magnitudes las cuales cruzan la zona del umbral anaeróbico.
Desde el punto de vista global la estructura del entrenamiento se asienta sobre las siguientes normas funcionales: Dentro del área del Máximo Consumo es en donde se puede llegar a los mayores niveles de la combustión oxidativa (Hollmann, 1976; Shephard, Astrand, 1989) y es por dicha causa que las cargas de trabajo no se pueden sostener durante períodos muy prolongados.
Así entonces los esfuerzos contínuos se pueden desplegar hasta unos 20 a 30 min., mientras que en el entrenamiento fraccionado se recomienda entre 15 a 20 min. Este abanico de esfuerzos se justifican por el hecho de que una carga de trabajo al Máximo Consumo de Oxígeno no necesariamente está situada en el 100% del consumo de dicho gas. Los investigadores manifiestan al respecto que la zona del Máximo Consumo se sitúa ya a partir del 90% de las máximas posibilidades (Hollmann, 1976, 1980, 1990).
Una carga desplegada en el límite máximo del consumo de este gas se le puede desplegar solamente hasta unos 6 - 7 minutos de esfuerzo continuo. Un análisis de las características del entrenamiento situadas en dicha zona nos muestra los siguientes aspectos:
a) Incremento en la potencia aeróbica, con aumento de la velocidad mitocondrial para oxidar las moléculas de piruvato. Se incrementa el consumo máximo de oxígeno tanto a nivel relativo como absoluto.
b) Aumenta el potencial redox NAD/ NADH+ hasta las máximas posibilidades, con gran capacidad para captar el H+ a nivel mitocondrial en relación a su oxidación a nivel del ácido pirúvico.
c) Se incrementa la velocidad de las reacciones oxidativas a nivel enzimático: malato deshidrogenasa, suscinato deshidrogenasa, citocromo oxidasa, etc.
d) El incremento del potencial se produce tanto a nivel del ciclo de Krebs como en la cadena respiratoria. Aumenta la eficiencia del sistema de transporte y difusión del oxígeno con modificaciones centrales y periféricas.
e) La combustión aeróbica de la glucosa se lleva a la máxima capacidad, mientras que la oxidación de los A.G.L. se reduce al mínimo. (autores varios, resumido por Molnár, 1993; Hegedüs, 1996)
Estas constataciones a nivel biofuncional determinan paralelamente un enfoque práctico acorde a dichas características. Es importante el considerar la disciplina del entrenamiento dentro de las distintas áreas aeróbicas. En este caso específico entendemos el sujetarse en forma ordenada dentro del área funcional del trabajo programado.
El entrenando tiene que entender que es lo que está haciendo, cuáles son los objetivos del entrenamiento aeróbico y la utilidad que proviene del mismo. Esto hay que enfatizarlo desde el momento en que se considera en forma habitual como "calidad de entrenamiento" solamente aquellos trabajos que son intensos. Esto constituye un grave error cuando se está en la búsqueda de determinados objetivos funcionales, los cuales no se obtienen con las cargas de entrenamiento de alta intensidad.
Un entrenamiento situado dentro del área Subaeróbica no produce una sensación psicofuncional muy estresante, lo cual lleva a veces al deportista a pensar que el entrenamiento es "insuficiente". Por esta causa incrementa la intensidad de la carga y pasa a entrenar un objetivo distinto al programado.
La persistente consideración de los objetivos del entrenamiento por parte del entrenador con sus dirigidos puede poner remedio a estos problemas.
Prof. Jorge de Hegedüs - Prof. Gabriel Molnar
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